El sonido de las pisadas resonaba en el suelo metálico mientras el grupo avanzaba con cautela.
El aire tenía un ligero olor a óxido y polvo, con un leve matiz de algo más… algo rancio.
Aleph mantenía su bate de hielo sobre su hombro, sus ojos escaneaban el área con atención.
Parecía que esto aún no terminaba.
Un ruido seco y chirriante llamó su atención.
Un soldado revivido tropezó al salir de entre los contenedores, su cuerpo se sacudía como si fuera un muñeco roto que intentaba seguir adelante. Otros dos lo siguieron, arrastrando los pies con movimientos rígidos, sus rostros ni siquiera eran visibles tras las viseras cubiertas de raíces doradas.
"Tch… "Aleph chasqueo su lengua y giró su bate, el hielo de la superficie soltó un leve crujido mientras una ráfaga de hielo consumía al soldado poseído por Mara más cercano.
"Si se levantan, los volveremos a bajar."
Los soldados de Mara no respondieron. Simplemente cargaron hacia ellos con gran velocidad.
Welt levantó su bastón, elevantando a uno de los soldados con su control gravitatorio antes de estrellarlo violentamente contra un contenedor. Stelle esquivó otro con simpleza y golpeó su torso con su bate, enviándolo hacia el suelo con un impacto seco.
Aleph sonrió y se impulsó hacia adelante, deslizándose por el suelo mientras activaba Zio.
Descargó la electricidad acumulada en su bate sobre uno de los soldados, la corriente lo hizo convulsionar antes de que Aleph terminara el trabajo con un golpe directo al cráneo.
7 de Marzo disparó una serie de flechas de hielo, deteniendo a los que intentaban acercarse por los lados.
"¿Cuántos más de estos nos van a salir?" Preguntó con una mezcla de fastidio y cansancio.
"Quien sabe." Respondió Welt, mientras derribaba a varios a la vez.
La batalla no duró mucho más. Los últimos soldados de Mara cayeron uno por uno hasta que el silencio volvió a apoderarse del puerto.
Aleph respiró hondo y se sacudió el polvo de los hombros.
"Bueno, eso fue divertido."
7 de Marzo le dio una mirada cansada.
"¿"Divertido"?"
"Vamos, no hay nada como iniciar el día con una buena porción de farmeo de exp."
"...Aleph, esto no es un videojuego."
"...Si me engaño con que si lo es, será mucho menos aburrido."
Antes de que pudiera responder, una voz se escuchó no tan lejos de su posición.
"¡Señorita Tingyun, retroceda!"
El grupo reaccionó de inmediato.
"Viene de abajo." Dijo 7 de Marzo.
Sin perder tiempo, bajaron las escaleras metálicas que conducían a un nivel inferior del puerto.
Al llegar al final, vieron la escena con claridad.
Tres soldados de los Caballeros Nimbus formaban un pequeño círculo defensivo, protegiendo a una mujer de cabello marrón oscuro y orejas de zorro. Su larga cola esponjosa se movía ligeramente mientras observaba la escena con una calma aparente.
Aleph parpadeó un par de veces.
Sus ojos se posaron en aquellas orejas y su cola.
Trago saliva mientras su mirada se enfocaba en ellas.
Su mente tardó un par de segundos en procesarlo antes de que sus pensamientos salieran de su boca como un murmullo.
"…Se ven increíblemente esponjosas."
Su mano hizo un gesto en el aire, como si estuviera acariciando algo.
7 de Marzo lo miró con incredulidad antes de chasquear la lengua y tirarle de la oreja.
"¿Es eso a lo que le prestas atención en esta situación?"
Aleph se quejó mientras sostenía su oreja.
"¡Oye, no es justo! Stelle está haciendo lo mismo y a ella no le dices nada."
7 de Marzo giró la cabeza para mirar a Stelle.
Stelle estaba de pie allí con una expresión tranquila.
Cuando 7 de Marzo volvió a mirar a Aleph, Stelle aprovechó el momento para sacarle la lengua y mover los labios.
Ninguna palabra salió de su boca, pero Aleph pudo entender por completo lo que ella quizo decirle.
"Lento."
Aleph entrecerró los ojos y le dirigió una mirada de traición.
Tingyun, ignorando por completo lo que ocurría entre los tres, les dirigió una sonrisa.
"Por favor, ¿podrían ayudarnos?" Su tono de voz era suave, casi melódico, Aleph una vez más se encontró tragando saliva bajo la mirada acusadora de 7 de Marzo. "No podemos aguantar mucho más."
Aleph dejó de lado la traición de Stelle y se enfocó en lo importante.
"¡Hora de la acción!"
Sin esperar una orden, se lanzó directo a la batalla.
Stelle lo siguió de inmediato, con su bate listo.
"Oye, ¿qué pasó con contar hasta tres?" Se quejó 7 de Marzo antes de sacar su arco y unirse.
Welt suspiró y también avanzó.
"¿Por qué nunca nos toca a nosotros decir la frase dramática?" Murmuró 7 de Marzo.
Pero no tenía tiempo de quejarse más.
Los soldados de Mara se acercaban.
Y la batalla comenzó una vez más.
.....
Los Caballeros Nimbus estaban rodeados, pero aún así luchaban con persistencia para proteger a Tingyun.
Aleph golpeó a uno con un ataque reforzado por Zio, la electricidad recorrió su cuerpo antes de que su bate lo lanzara contra un contenedor. El soldado se estremeció por unos segundos antes de caer inerte.
Stelle se movió a su lado, girando su bate en el aire antes de impactar a otro soldado en las piernas, haciéndolo caer de rodillas. Antes de que pudiera recuperarse, lo remató con un golpe descendente.
7 de Marzo disparó una ráfaga de flechas de hielo, congelando a dos enemigos y dejándolos vulnerables para que Welt los destruyera de una vez por todas sin darles la oportunidad de revivir por segunda vez.
Uno a uno, los soldados poseídos por Mara fueron cayendo hasta que el último se desplomó con un sonido seco.
Aleph disolvió su bate y se hizo crujir los nudillos. Su rostro se mantuvo lo más inexpresivo que pudo mientras veía la notificación de subida de nivel.
Uno de los Caballeros Nimbus bajó su arma y se giró hacia Tingyun.
"Señorita Tingyun, aunque los poseídos por Mara han sido derrotados, la situación sigue siendo peligrosa. Debemos escoltarla de inmediato a la Comisión del Transporte Celeste."
Tingyun asintió con una expresión tranquila.
"Lo entiendo, lo entiendo. No quiero causarles problemas. Pero sería descortés irnos sin antes agradecer a nuestros benefactores."
Se giró hacia el grupo con una sonrisa suave.
"Mi nombre es Tingyun, soy la aeroembajadora del gremio de comerciantes de la Comisión del Transporte Celeste del Luofu. ¿Puedo saber sus ilustres nombres?"
7 de Marzo avanzó un paso para presentarlos.
Pero Aleph fue más rápido.
Antes de que la chica pudiera hablar, puso una mano sobre su boca y con una sonrisa los presento.
"Mi amiga de aquí es Pinkie Pie." Dijo bajo la mirada incrédula de 7 de Marzo. Luego señalo a Welt. "Ese de allí es Ned Flanders."
Welt le lanzó una mirada con una ceja alzada.
7 de Marzo intentó protestar, pero Aleph aumentó la presión en su boca, impidiendo que hablara.
Luego, dio un paso adelante con las manos en la cintura y levantó la cabeza con orgullo, Stelle por alguna razón hizo lo mismo.
"Yo soy Max Power."
"Puedes llamarme Bate Galáctico."
Tingyun cubrió su boca con la mano y dejó escapar una risita.
"Qué nombres tan heroicos."
7 de Marzo miro a Aleph y Stelle, un suspiro lleno de resignación escapó de su boca.
"Mi nombre es 7 de Marzo, y él es el Sr. Yang... quiero decir Sr Welt Yang."
Aleph la miro con molestia.
"Tonta ¡Desperdiciaste nuestra oportunidad de usar pseudónimos geniales!"
Stelle murmuró con un puchero.
"Arruinaste el inicio de la leyenda de Bate Galáctico…"
7 de Marzo se encogió de hombros con un expresión inocente.
"Me hubieran dicho antes de que dijera los nombres~."
Tingyun les dedicó una sonrisa divertida.
Pero su tono se volvió un poco más serio.
"Aprecio su ayuda, pero hay algo que no entiendo."
Sus ojos afilados se posaron en ellos.
"La Dársena de Astroesquifes está cerrada, lo se por que mi nave fue la última en ingresar, luego de eso fue cerrada y bloqueada por la Comisión del Transporte Celeste. Ninguno de ustedes parece ser residente de Xianzhou. Entonces ¿cómo llegaron aquí?"
La sonrisa desapareció de su rostro.
"Si no tienen una respuesta razonable, me temo que los Caballeros Nimbus tendrán que escoltarlos."
Welt dio un paso al frente y habló con calma.
"Pedimos una conexión con el Puerto, al principio no hubo respuesta más, luego de repente la Puerta de Jade se abrió. Cuando logramos entrar, no había nadie para recibirnos. No nos quedó otra opción que avanzar por nuestra cuenta."
Tingyun entrecerró los ojos.
"Puede comprobarlo por sí misma al ver los registros de acceso de la Puerta de Jade, nosotros decimos la verdad. A nosotros también nos pareció extraño."
Tingyun suspiró y negó con la cabeza.
"¿Ustedes son del Expreso Astral?"
Welt la miro mientras se cruzaba de brazos.
"¿Nos conoces?"
"He oído hablar de ustedes. Por desgracia, llegaron en un mal momento. Han ocurrido cosas imprevistas en Xianzhou."
Los miró con una expresión más suave.
"Ya sea por turismo, trabajo o tratamiento médico, en estos momentos no pueden hacer nada. Por su seguridad deberían ir a la zona central de la Dársena de astroesquifes para resguardarse. Los llevaremos ante la señora Yukong, ella decidirá como proceder"
"Nos enteramos del incidente que menciona, nuestra llegada a Xianzhou es para ayudar a sellar el Stellaron."
Tingyun los miro una vez más con una sonrisa.
"Sus acciones son suficientes para revelarme sus amables intenciones... Desafortunadamente, no puedo hacerles ninguna promesa. Solo la señora Yukong tiene la autoridad para considerar su oferta."
7 de Marzo infló las mejillas.
"¡Pero vinimos a ayudar!"
Tingyun hizo un gesto para que la siguieran.
Pero justo antes de avanzar, se detuvo y sonrió de nuevo.
"Antes de seguir… ¿pueden hacerme un pequeño favor?"
7 de Marzo cruzó los brazos con un puchero.
"No cuentes conmigo. Si lo hacemos mal, enviarás a los Caballeros Nimbus sobre nosotros."
Tingyun rió suavemente.
"Nada de eso. Me disculpo si los hice sentir incómodos antes, pero no lo tomen como algo personal. Verán, el camino está bloqueado. Los soldados usaron los contenedores de carga para hacer una barricada."
Señaló a un área donde los enormes contenedores bloqueaban el acceso.
"Pero hay tres paneles de control que activan las grúas y pueden mover los contenedores."
7 de Marzo suspiró.
"Déjame adivinar… ¿Quieres que lo hagamos nosotros?"
Tingyun sonrió con inocencia.
"Nosotros no podríamos por nuestra cuenta, estamos bastante cansados. Pero ustedes podrían, suena fácil, ¿verdad?"
Aleph suspiró y miró a los demás.
"Supongo que no tenemos opción."
Tingyun les hizo un gesto hacia la dirección del panel.
"Una vez que abran el camino, una nave !nosllevará a la Dársena de Astroesquifes."
.....
"Bien, vamos a abrir este camino."
Pero justo cuando estaban por avanzar…
Un sonido gutural interrumpió la conversación.
De entre los contenedores, más soldados poseídos por Mara comenzaron a aparecer.
7 de Marzo resopló y levantó su arco.
"¿Por qué siempre pasa esto?"
Aleph suspiro con molestia mientras Zio cubría su bate con chispas eléctricas.
"Bueno, no querríamos que el día se volviera aburrido, ¿verdad?"
Los soldados de Mara rugieron y cargaron hacia ellos.
******
Los soldados poseídos por Mara cargaron con rapidez, sus movimientos erráticos y espasmódicos contrastaban con la velocidad con la que se acercaban.
Aleph giró su bate, permitiendo que la corriente eléctrica de Zio se extendiera por toda la superficie antes de lanzarse al ataque.
Stelle no perdió el tiempo y avanzó a su lado, golpeando al primer soldado con un golpe ascendente que lo hizo volar por los aires antes de rematarlo con un segundo ataque en caída.
7 de Marzo disparó una ráfaga de hielo, congelando el suelo debajo de varios enemigos para dificultar su avance.
Welt levantó su bastón y una onda de gravedad empujó a varios soldados contra los contenedores con un estruendo metálico.
Pero los soldados no se detuvieron.
Incluso aquellos que ya habían sido derribados se levantaron de nuevo.
Aleph chasqueó la lengua mientras golpeaba con fuerza a uno de los revividos, enviándolo a estrellarse contra otro.
"Estos cabrones tienen más resistencia de la que deberían."
Usando Bufula congeló el suelo para que se resbalaran y fueran más fáciles de derribar.
7 de Marzo esquivó un golpe de uno de los soldados y lo congeló con otra ráfaga de hielo antes de romperlo con una flecha reforzada.
"¡Mientras podamos romperlos, no importa cuántas veces intenten levantarse!"
Había un tic en su ojo y su sonrisa se sentía un poco forzada. Aleph la miro una vez más antes de desviar la mirada y fingir que no había visto nada.
Mejor eso que tratar con una mujer cabreada.
Stelle giró sobre su eje y derribó a dos más con un barrido potente.
Aleph soltó un silbido, ese había sido un muy buen golpe.
Con un movimiento fluido, activó Bufula nuevamente y cargó contra otro soldado, golpeándolo en el torso con su bate helado.
El enemigo se congeló con el primer golpe antes de que el impacto lo arrojara contra el suelo con un crujido seco haciéndolo pedazos.
Uno a uno, fueron cayendo hasta que el último de los soldados quedó inmóvil.
Aleph respiró hondo y miró alrededor.
"Bien, eso fue una molestia."
7 de Marzo bajó su arco y suspiró.
"Siempre nos tienen que interrumpir, ¿eh?"
"Al menos no son muy listos."
Stelle ya se había movido al panel de control más cercano.
Con un clic, activó la grúa y los primeros contenedores comenzaron a moverse, despejando parte del camino.
Los enormes bloques metálicos se deslizaron con un estruendo, dejando un nuevo sendero abierto.
Welt ajustó sus gafas.
"Uno menos, dos más."
Sin perder tiempo, continuaron avanzando.
El aire seguía cargado de ese aroma rancio y metálico.
Aleph fruncio el ceño, sintió como si algo los observara.
Y entonces, lo vieron.
Un soldado revivido por Mara… pero diferente.
Era más voluminoso que los anteriores, su cuerpo cubierto casí completamente de raíces gruesas y flores doradas.
Algunas brotaban desde la parte izquierda de su visera, otras desde su pecho.
Sostenía un escudo enorme cubierto por la misma vegetación.
En su otra mano, una lanza larga, cubierta de raíces y cerca de la punta, flores doradas.
Su postura era firme.
No temblaba ni un poco.
Aleph entrecerró los ojos.
"Esa cosa es diferente a los otros."
7 de Marzo tragó saliva.
"…Odio cuando los enemigos evolucionan."
Con una velocidad brutal, alzó su lanza y la lanzó directamente hacia ellos.
Aleph y Stelle esquivaron con rapidez mientras el arma se clavaba con un estruendo en un contenedor.
El enemigo cargó con su escudo por delante, dirigiéndose a Welt.
El impacto fue tan fuerte que la onda de choque empujó a todos hacia atrás.
Welt mantuvo el equilibrio como si nada hubiera pasado.
7 de Marzo disparó una flecha de hielo, pero el escudo bloqueó el ataque sin problemas.
Aleph chasqueó la lengua.
"Bien, parece que tenemos un tanque."
El Soldado giró su lanza con un movimiento antes de lanzarse al ataque de nuevo.
Aleph activó Bufula y se deslizó hacia un lado, golpeando con fuerza la pierna del enemigo.
El impacto lo hizo tambalearse, pero no lo derribó.
Stelle atacó desde el otro lado, golpeando el escudo con toda su fuerza.
El escudo se agrietó levemente, pero el Soldado apenas reaccionó.
"Tenemos que deshacernos de ese escudo primero." dijo Welt mientras preparaba otro ataque.
Aleph asintió.
"¡Bufula!" Bajo su orden el hielo se extendió desde los restos que había esparcido por el campo de batalla, cuatro picos se levantaron desde una distancia cercana al Soldado.
Logró esquivar dos, pero a cambió término perdiendo un brazo y el escudo.
Welt levantó su bastón y el Discípulo de Sanctus se elevó unos centímetros del suelo.
Aprovechando la apertura, Stelle y 7 de Marzo atacaron simultáneamente.
Una flecha de hielo reforzada para congelar y debilitar, y un golpe devastador por terminar el trabajo.
El Soldado cayó al suelo.
Pero antes de que pudiera reaccionar…
Aleph y Stelle atacaron juntos.
Dos golpes directos.
Con un chasquido seco, la armadura que lo protegía y gran parte de las plantas, flores y raíces fueron destruidas.
El Soldado se tambaleó.
Welt aprovechó y lo aplastó.
Aleph saltó y descargó un último golpe a su cabeza.
El cuerpo del enemigo se quedó inmóvil por un momento, hasta que comenzó a desmoronarse en polvo dorado.
El grupo respiró con pesadez.
7 de Marzo miró los restos con una expresión de disgusto.
"Por favor, que no sean comunes."
Aleph se estiró.
"Bien, activemos el segundo panel antes de que aparezcan más."
Stelle ya estaba en ello.
Con otro clic, el segundo grupo de contenedores se movió.
"Dos de tres." Murmuró Aleph.
El grupo avanzó hasta el tercer panel.
Esta vez, no hubo interrupciones.
Lo activaron sin problemas y despejaron completamente el camino.
Finalmente, llegaron a donde los esperaba Tingyun.
Frente a ellos, había una nave con un aspecto similar al de una lancha.
Tingyun suspiró mientras frotaba su cola, Aleph no pudo evitar mirarla fijamente, hasta que 7 de Marzo lo sacó de su ensoñación con un codazo en las costillas.
"Este viaje ha sido agotador… incluso he perdido pelos de mi preciosa cola."
Aleph murmuro.
"…Tragedia."
7 de Marzo lo miró con desaprobación.
Aleph levantó las manos en defensa.
"¡Oye, cualquier pérdida de algo es una tragedia para el que lo pierde!"
Tingyun sonrió con diversión.
"Bueno, ya llegamos. Esta nave nos llevará a la Dársena de Astroesquifes."
Aleph entrecerró los ojos, inspeccionando la nave.
"¿Alguien tiene licencia para manejar esto?"
Tingyun sonrió con confianza mientras se daba una palmada en el pecho.
"Una aeroembajadora debe saber manejar astroesquifes. No se preocupen."
7 de Marzo tragó saliva y se inclinó hacia Aleph.
"…No estaba preocupada hasta que la vi poner esa cara de 'tengo todo bajo control'."
Aleph asintió, recordando varías veces en las que había pasado por situaciones similares.
Ugh ¿Como alguien que se llama a si mismo un maestro en la cocina podría crear semejantes insultos al buen gusto?
Su cuerpo se estremeció ante el traumático recuerdo.
Tingyun hizo un gesto elegante hacia la nave.
"Todos a bordo. Partiremos enseguida."
7 de Marzo miro a Aleph.
"... Le dejó mi habitación y mis cosas a Pom-Pom."