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Chapter 2 - El origen del Kou

Fushi y Kael se deslizaron entre las sombras de la ciudad, avanzando con cautela hacia la biblioteca subterránea. La estructura estaba ubicada bajo un antiguo templo en ruinas, con una entrada oculta detrás de una estatua desgastada por el tiempo.

Kael miró a su alrededor con nerviosismo. "No sé si esto es buena idea…"

Fushi sonrió con arrogancia. "Demasiado tarde para echarse atrás. Vamos."

Empujó la pesada puerta de piedra y descendieron por unas escaleras de mármol que crujían con cada paso. El aire se volvía más denso y frío a medida que se adentraban en la biblioteca subterránea. Estanterías de madera antigua se alzaban por todos lados, repletas de libros cubiertos de polvo y pergaminos amarillentos.

De repente, una voz profunda y rasposa resonó en la oscuridad.

"No deberían estar aquí."

Fushi y Kael se giraron bruscamente. Frente a ellos, sentado en un escritorio iluminado por una vela, estaba un anciano de larga barba blanca y ojos penetrantes. Su túnica oscura estaba bordada con símbolos antiguos.

Fushi dio un paso adelante. "Busco información sobre el Kou y su origen. Quiero saber por qué la gente lo odia."

El anciano lo observó en silencio antes de soltar un suspiro. "Eres un insensato si buscas esas respuestas. Pero… si has llegado hasta aquí, quizás merezcas saber la verdad."

Se levantó con dificultad y caminó hasta una de las estanterías más antiguas. Extrajo un libro encuadernado en cuero negro y lo dejó sobre la mesa. La portada llevaba un símbolo similar a una espiral de fuego.

"El Kou no es magia. Es el poder de Irmenio, el dios desterrado. Fue creado como una fuerza para contrarrestar la magia del mundo, una respuesta al desequilibrio causado por los magos."

Kael frunció el ceño. "¿Irmenio? Nunca había escuchado ese nombre."

El anciano asintió lentamente. "Porque la historia lo ha querido borrar. Él era un dios que creía en la igualdad entre las razas, pero los otros dioses lo vieron como una amenaza. Sellaron su poder y lo exiliaron. Sin embargo, antes de desaparecer, dejó un legado: el Kou."

Fushi apretó los puños. "Entonces, ¿por qué todos odian este poder?"

El anciano lo miró fijamente. "Porque es una amenaza para el sistema. Los magos, los gobernantes y las élites temen al Kou porque anula la magia en la que han basado su dominio sobre el mundo. Por eso los que lo poseen son perseguidos, repudiados o eliminados."

Fushi sintió una mezcla de furia y emoción. Finalmente, tenía una respuesta… pero eso significaba que su camino sería aún más difícil.

De repente, un ruido fuerte resonó desde la entrada de la biblioteca. Pasos apresurados descendían por las escaleras.

Kael se tensó. "Nos encontraron."

El anciano cerró el libro de golpe. "Debieron seguirlos. Salgan por la puerta trasera. Yo me encargaré de distraerlos."

Fushi se quedó inmóvil por un segundo. No le gustaba huir. Pero Kael lo jaló del brazo. "¡Vamos, ahora!"

A regañadientes, Fushi corrió tras Kael, saliendo por un pasadizo oculto. Mientras se alejaban, escuchó la voz del anciano enfrentando a sus perseguidores. Su odio hacia los magos y el mundo que lo rechazaba solo crecía más.

"Ahora sé la verdad… y haré que el mundo lo pague."

Fushi y Kael corrían por los pasillos oscuros del pasadizo subterráneo. El eco de los pasos de sus perseguidores se hacía cada vez más fuerte.

Kael miró a Fushi con preocupación. "Si nos atrapan, estamos muertos. No podemos enfrentarnos a magos de alto rango."

Fushi se detuvo en seco. Su mirada ardía con determinación. "Oye, Kael... Voy a luchar. Además, si usan magia, puedo anularla."

Kael abrió los ojos de par en par. "¿Estás loco? Son muchos, y tú—"

Fushi lo interrumpió con una sonrisa confiada. "Es mi oportunidad de demostrarles que el Kou no es un error."

Antes de que Kael pudiera protestar, los perseguidores llegaron. Eran tres magos con túnicas oscuras, sus manos resplandeciendo con círculos mágicos.

"¡Deténganse!" ordenó uno de ellos, un hombre alto con una cicatriz en la mejilla. "No permitiré que se lleven información prohibida."

Fushi se adelantó, tronándose los nudillos. "¿Y qué van a hacer al respecto? ¿Lanzarme fuego? Adelante, intenten."

El mago de la cicatriz frunció el ceño. "Como quieras. ¡Lanza de relámpagos!"

Un rayo azul chisporroteó en el aire y salió disparado hacia Fushi. Pero antes de que lo tocara, el Kou envolvió su cuerpo como una bruma oscura y la magia desapareció al instante.

Los magos se quedaron boquiabiertos.

Kael jadeó. "¡Realmente la anulaste!"

Fushi sonrió. "Les toca recibir."

Sin dar tiempo a reaccionar, se impulsó con su Kou y apareció frente al mago de la cicatriz, golpeándolo con un puñetazo reforzado con llamas de magma. El impacto lo lanzó contra la pared, dejándolo inconsciente.

Los otros dos magos intercambiaron miradas nerviosas. "¡No puede ser! ¡Su magia es un sacrilegio!"

Fushi los miró con arrogancia. "No es magia. Es el poder de Irmenio... y voy a demostrarles que no soy un error."

Los magos levantaron sus manos para lanzar conjuros, pero Fushi ya estaba en movimiento, listo para demostrar que su poder no solo era capaz de anular la magia… sino de destruir el orden que lo había condenado al destierro.

Fushi se quedó de pie entre los cuerpos inconscientes de los magos, su respiración pesada pero su mirada aún llena de fuego. Kael lo observaba con una mezcla de asombro y preocupación.

Kael: "Eso fue… brutal."

Fushi: "¿Qué? ¿Esperabas menos de mí?"

Kael: "No es eso, pero..." (mira alrededor) "Has hecho un escándalo. No creo que el gremio se quede de brazos cruzados después de esto."

Fushi se encogió de hombros.

Fushi: "Me importa un carajo lo que piensen. Siempre me han tratado como un error. Si me quieren fuera, que lo intenten."

Kael suspiró, rascándose la cabeza.

Kael: "Eres realmente terco… Pero, ¿qué harás ahora?"

Fushi: (cruzándose de brazos) "Oye, Kael... Voy a luchar... Además, si usan magia, puedo anularla."

Kael frunció el ceño.

Kael: "¿A qué te refieres?"

Fushi: "Voy a demostrar que el Kou no es un error. Si tengo que derribar a todo el gremio para que lo entiendan, lo haré."

Kael: (sorprendido) "¿Vas a desafiar a todo el gremio? ¿Estás loco?"

Antes de que Fushi pudiera responder, se escucharon pasos acercándose rápidamente. Varios miembros del gremio aparecieron en la entrada del pasillo, sus rostros tensos al ver a sus compañeros inconscientes.

Uno de ellos, un hombre de mediana edad con una gran cicatriz en el cuello, dio un paso adelante.

Mago: "¿Qué demonios pasó aquí?"

Otro mago, una mujer con una túnica roja, miró a Fushi con desdén.

Maga: "Lo que pasó es que este mocoso problemático está causando estragos otra vez."

Fushi sonrió con arrogancia.

Fushi: "Oh, ¿van a intentar hacer algo al respecto?"

El hombre de la cicatriz apretó los puños.

Mago: "Ya es suficiente. Vamos a encargarnos de este desastre aquí y ahora."

Los magos activaron sus círculos mágicos, listos para atacar.

Kael: "Fushi, no podemos contra todos."

Fushi: (crujiendo los nudillos) "Eso lo veremos..."

La tensión creció. La batalla estaba a punto de comenzar.

Fushi en su mano una vórtice de fuego y magma rodeaba su mano

Fushi:"acabemos con esto... ¡Galaxy Fire Impact"

El golpe fue tan potente que la biblioteca quedó destruida

El golpe de Fushi impactó con una fuerza descomunal. El vórtice de fuego y magma explotó al contacto con el suelo, generando una onda expansiva que hizo temblar todo el edificio. La biblioteca del gremio no pudo soportarlo; estanterías se vinieron abajo, libros ardieron en llamas y una gran parte del techo colapsó.

Los magos fueron lanzados por la fuerza del impacto, rodando por el suelo mientras trataban de protegerse.

Kael, que había logrado esquivar el ataque por poco, miró a su alrededor con los ojos bien abiertos.

Kael: "¡Fushi, maldita sea! ¡¿Quieres que nos maten por esto?!"

Fushi se quedó de pie en medio de las llamas, con su puño aún humeante.

Fushi: (con una sonrisa arrogante) "Si de todas formas ya me odian, al menos les doy una buena razón."

Uno de los magos, un usuario de Nei, se levantó tambaleándose.

Mago de Nei: "Maldito bastardo… ¡¿Sabes lo que has hecho?!"

Fushi lo miró con desprecio.

Fushi: "Sí. Acabo de demostrar que los 'Peleadores de la Igualdad' no son más que hipócritas que atacan a lo que no entienden."

El mago gruñó y extendió su mano. Un brillo dorado lo rodeó mientras canalizaba su Nei, el poder de la manipulación absoluta del flujo de magia.

Mago de Nei: "¡No te dejaré seguir con esto!"

Fushi levantó su puño envuelto en magma, desafiándolo.

Fushi: "Inténtalo."

En ese momento, una voz autoritaria resonó en toda la biblioteca derrumbada.

???: "¡Suficiente!"

Todos se detuvieron. Entre las sombras de los escombros apareció una figura imponente: un hombre de cabello negro con un largo abrigo rojo, con el emblema del gremio bordado en dorado en su espalda. Sus ojos irradiaban poder y experiencia.

Kael tragó saliva.

Kael: "Mierda… Es el maestro del gremio."

El maestro del gremio se acercó lentamente, evaluando la escena con una expresión seria.

Maestro del Gremio: "Fushi Nakamura… Parece que has causado otro desastre."

Fushi mantuvo su postura desafiante.

Fushi: "Si piensan que voy a quedarme quieto mientras me humillan, están equivocados."

El maestro del gremio cruzó los brazos.

Maestro del Gremio: "Muy bien… Si tanto deseas demostrar tu valía, te daré una oportunidad."

Todos quedaron en silencio, expectantes.

Maestro del Gremio: "En tres días, tendrás un combate oficial. Si ganas, reconsideraremos tu posición en el gremio. Pero si pierdes…"

Fushi arqueó una ceja.

Fushi: "¿Si pierdo?"

El maestro del gremio lo miró fijamente.

Maestro del Gremio: "Serás expulsado del gremio para siempre."

El silencio se hizo pesado. Kael miró a Fushi, esperando su respuesta.

Pero Fushi solo sonrió, con su típica arrogancia.

Fushi: "Hecho."

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