Eres como mi pequeña flor.
Un diamante sin pulir.
Es como si tu alma hubiera recibido la tarea.
La hubieras sacado a la perfección.
Es como si de alguna manera supieras que mi corazón necesitaba un realineamiento.
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Mmm.
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Me siento y me pregunto de dónde vienes.
Me haces palpitar el corazón.
Me haces tartamudear.
Como si fuera tonto.
Espero que no sea un sueño.
Me ha volado la mente como una escopeta.
He conocido tantos corazones vacíos.
Espero que tú no seas uno de ellos.
-
Mmm.
-
Convierto a estas personas en poesía.
No puedo evitarlo.
Es como un flujo constante en mí.
Espero que nunca se trate.
Creo que ves esa parte mía.
Creo que de alguna manera lo sentiste.
Y cuando me dijiste esas palabras,
casi me derrito...
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Es como un interruptor. Mierda... O sea, se activó un interruptor.
Me dijiste que estabas infectada.
Y joder...
Mi maldito corazón se encogió...
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Tiremos todo eso por la ventana...
Aquí está el crescendo...
Aunque quizás te acostaste con demasiados hombres...
Aunque eso no es un pecado...
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Y...
-
Lo que atrapaste es el verdadero problema.
La medicina y el tiempo nunca podrán resolverlos...
Es esa picazón.
Ese ardor.
El fondo.
Del barril...
Jodiste, lo descubriste
Y los atrapaste...
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Ahora tu vida parece reclusión.
Una ilusión enfermiza y solitaria...
Toda la culpa sumergida en la confusión.
Ese dolor es duro como las contusiones.
Te han rechazado...
-
Y una vez más,
parece que la vida disfruta enviándome chistes crueles.
Mientras me provoca con mitades azucaradas...
Esa desgarradora
Caza del amor, amigos...