Si bien en la plaza del pueblo había sucedido un altibajo mediante las emociones de los pueblerinos, Light y Sofía seguían caminando por el campo observando a los animales en sus criaderos.
Dichos animales eran totalmente inofensivos lo cual criaban para poder alimentar a todos en el lugar.
Light guió a Sofía a corrales dónde habían vacas, pollos, ovejas y cerdos. El lugar estaba limpio y cada animal estaba muy bien cuidado. Además, estaban bien alimentados, por lo que podría decirse que eran algo "lindos" de ver.
Mientras Sofía se alegraba y sonreía en el camino mirando a los animales y a los campos de vegetación, Light en su mente se estaba imaginando el disturbio y el pánico de la gente.
Después de pensar un rato más, Light decidió no darle muchas vueltas al asunto. Por alguna razón, una corazonada le decía que todo estaría bajo control, por lo que comenzó a prestarle más atención y a apreciar más el panorama que le regalaba el pueblo.
—Oye Light, ¿que piensas hacer cuando crezcas? —preguntó Sofía quien se encontraba apoyada en el tercer tablón de una cerca que rodeaba el campo de maíz.
Light, que estaba sentado en en la cima de la cerca también observando el campo de maíz, pensó un rato y luego sonrió diciendo:
—Lo más probable es que deje el pueblo junto a Helleans. "Un corcel salvaje no puede estar toda la vida encerrado". Supongo que eso se aplica al talento.
Cuando Light confesó sus planes, por alguna razón, Sofía se sintió un poco triste. Ella al pasar el día con Light, se había sentido más en confianza con él, considerándolo un buen amigo para pasar los días en el pueblo.
Si él se llegará a ir, ella de seguro no sabría que hacer después. Sentía que los niños del lugar no les caería tan bien o no se sentiría tan cómoda como con Light.
—Tu también deberías de salir del pueblo, eres joven, y de seguro los lugares que están más allá del bosque serían entretenidos para tí —siguió Light hablando mientras sonreía inocentemente—. Además, recuerda que aún tienes la posibilidad de ser una maga.
—En parte tienes razón, pero tampoco estas en lo correcto —comentó Sofía un poco triste—. En mi pueblo, aunque no teníamos a una maga curandera como la señora Susan, teníamos a un médico que era muy bueno en lo que hacía, y el le dijo a mi mamá que había una alta posibilidad de que logre despertar mi núcleo de maná, y esa probabilidad lo confirmé con la señora Susan.
Light al escucharla hablar con ese tono triste, sintió un sentimiento de de tristeza y simpatía. Light la miró por un momento y mientras apreciaba el encantador rostro de Sofía siendo iluminado por los rayos del sol, más el viento meneando su sedoso cabello, se sintió algo hipnotizado.
Él pequeño nunca había sentido una sensación de cosquilleo en su pecho. La única vez que sintió algo así, fue cuando empezó su proceso de condensar su núcleo de maná. Y, sin embargo, la sensación era diferente.
Light sin pensar mucho, soltó unas palabras tan de repente con su mirada posando en ella:
—Aún así, si no llegas a despertar tu núcleo, yo estaré ahí para hacerme lo suficientemente fuerte como para sacarte del pueblo y llevarte a explorar las vastas tierras de todo el continente.
Tales palabras tomaron demasiado de sorpresa a Sofía, quien se sonrojo inmediatamente y también lo miró. La cosa es que ella no sabía que Light la seguía observando, y cuando chocó mirada con él, sintió como su pecho también cosquilleaba y como su corazón sentía un alteración.
—¿Sabes algo, Sofía? Para ser alguien que recién vengo conociendo, ya me caes muy bien —Light le confesó a Sofía mientras sonreía inocentemente.
A Sofía le agradó el comentario de Light, por lo que también le contestó con una sonrisa.
—Tu también me caes bien, Light.
Ambos eran niños inocentes cuando se trataba de un sentimiento tan complicado y maduro como lo era el amor. Y aún estaban empezando a vivir, como para llegar a entender y darse cuenta que lo que sentían o estaban sintiendo era un afecto más allá de la amistad.
Pero, también podría ser un caso similar. Mostrar un cariño y un gusto relacionado a una amistad sólida y verdadera, o un sentimiento más enlazado como lo es la hermandad.
Total, ellos no le daban mucha importancia a esa sensación que sentían. Su relación la vieron como un par de buenos amigos que conectaban entre sí.
—Me gusta este lugar, tiene una vista hermosa y se puede ver todo el pueblo desde aquí —soltó Sofía.
Light en vista al lo que dijo Sofía, decidió prestarle más atención al lugar y lo analizó por un momento.
—Tienes razón, este lugar tiene una vista maravillosa. Al ser un lugar un poco alto, da un panorama completo del pueblo, y justo el sol se oculta en esa dirección.
—Se debe de ver más lindo entonces, ¿que te parece si volvemos al atardecer un rato? —propuso Sofía contenta.
Light la observó un breve momento otra vez y antes de que empezará a hablar, Sofía se preguntó:
—¿Hoy se celebra algo en el pueblo?
Tal pregunta tomó por sorpresa a Light, por lo que aún con su mirada en ella preguntó también:
—¿A qué te refieres con eso? Que yo sepa no.
—¿No son eso fuegos artificiales?
Confundido aún a las preguntas de Sofía, Light miró hacia el pueblo y en la lejanía, podía ver cómo una luz roja volaba a hacia el cielo. Cuando la luz roja se detuvo en un cierto punto de altura, estaño dejando solo una nube de humo rojo.
Cómo si todo estuviese planeado, muy pocos segundos después, se pudo vislumbrar una pequeña explosión en un edificio de dos pisos de tantos que había en el pueblo, y de ese edificio salía un fuego con un húmero loco.
Light en ese momento mostró un rostro de incredulidad y sus ojos se abrieron de par en par. La expresión que mostró Light al sucedió desarrollado en el pueblo puso en pánico a Sofía.
Ella no podía ver tan detalladamente el pueblo, pero si podía ver un pequeño incendió que desprendía mucho humo. Light tampoco es que viera mejor que ella, pero su vista si era de cierta manera más clara debido a su despertar.
El mana había mejorado ya sus sentidos mucho más que antes.
El único pensamiento que se le cruzó por la mente en ese momento a Light fue su madre. Él no sabía si la reunión ya había culminado, o si aún seguía su madre en el pueblo paseando.
Con esa idea en mente, Light de forma rápida bajó de la cerca y también bajó a Sofía. Inmediatamente sin decirle nada o sin darle un aviso, Light montó a Sofía en su espalda y empezó a correr a muy alta velocidad.
Sofía se sentía sorprendida por la fuerza y la velocidad de Light, pero al mismo tiempo se sentía aterrada por el cambio repentino que tuvo su amigo.
Light no pensó mucho en los pensamientos de Sofía. Él solo estaba enfocado en llegar a su casa rápidamente.
Quería asegurarse de que su madre y su abuela junto a Sara, habían llegado ya. Y si no era así, dejaría a Sofía y tomaría su espada para emprender su carrera al pueblo.
Light desde hace un tiempo lo dijo. Lo que menos quería era ser ignorante, por lo que él, le preguntó a su padre sobre lo que harían en una situación de ataque de los bandidos.
Lo primero que Albert le dijo fue, "Es muy innovador y muy atractivo el primer método, ya que, Lenear nos dió a cada uno una bengala que sirve para notificarnos de un ataque".
Después de que Albert le explicará a Light que era un bengala y como funcionaba, Light también se maravillo por lo increíble que era ese artefacto y entendió para que serviría.
La bengala roja daba a entender el ataque inminente de los bandidos que los asaltarían supuestamente el día del festival.
'Se suponía que era ese día, ¡qué rayos pasó!' Se cuestionó de forma alterada Light para si mismo.
••••
En un lugar del bosque apartado del pueblo, se encontraba un campamento lleno de individuos con una vestimenta negra con bordados grises. Cada uno de esos individuos tenían una espada curva en sus manos. Mientras que una distancia más allá de esos individuos, habían tres personas hablando entre sí.
—¿No crees que es un poco precipitado de tu parte?
Hablo primero uno de las tres personas, cuya apariencia era de un cuerpo flaco, con un cabello alborotado de color negro y ojos marrones claro y unas ojeras que lo hacían ver demacrado. Incluso su piel era de un blando pálido.
—Sorco tiene razón, aunque entiendo el no atacar el día estimado, muy bien podríamos atacar unos días antes para tomarlos más desprevenidos.
El segundo en hablar fue un hombre un poco mayor que el nombrado Sorco. Su cuerpo era sin duda más robusta que el de Sorco, pero menos en comparación al tercer tipo. Sus ojos eran marrones oscuros y su color de piel era de un blanco bronceado, poseía una vestimenta de color negro igual a los otros individuos.
Pero, el tenía una camiseta un poco ajustada dando a resaltar sus músculos y lo marcado que estaban sus brazos.
—Ves, Holander concuerda de cierta forma conmigo, Marlock, deberías de recapacitar un poco —volvió a recalcar Sorco.
Marlock al escuchar las opiniones de sus dos acompañantes, les dirigió una mirada a cada uno con un gesto que demostraba autoridad, fuerza y arrogancia.
—No... Ustedes no conocen aún a lo que nos enfrentamos. Yo si, y se lo que se necesita para hacerle frente. Por eso mi decisión, así que solo cállense y vayan a formar a los demás —los refutó Marlock con un tono bajo, autoritario y arrogante.
La sola presencia de Marlock detonaba ferocidad, por lo que, su fuerza era incuestionable. Tanto Sorco como Holander, sabían que no podían hacer mucho para cambiar los pensamientos de su líder, pero también sabían que por alguna razón, el hacia lo que sabía y sabía cómo se aseguraban las cosas.
Sin intentar reprochar su palabra una vez más, ambos se dirigieron al campamento y, Holander, con una voz dominante, los reunió a todos.
—¡Espero que ya tengan las bolas bien puestas, ya que el asalto empezará en poco tiempo! —hablo con voz fuerte Holander.
—¡El pueblo que vamos a asaltar no será un blanco fácil como los otros, pero tampoco será difícil! ¡Simplemente será un objetivo tedioso de tratar! —tomó la voz de mando Sorco—. ¡Vayan a recoger sus campamentos y tirenlos en los hoyos que hicieron, no queremos dejar mucho rastro para estar precavidos!
Los sujetos que estaban en formación se sentían un poco confundidos. Ellos pensaron que se habían movido a una posición más cerca del pueblo para tenerlos vigilados y así lograr un mejor ataque, pero, no pensaron que un día después de a ver llegado, realizarían el asalto.
—¡¿Que mierda esperan?! ¡Muevanse ya! —gritó Holander con su vos dominante al ver cómo los sujetos seguían estáticos con confusión en sus cerebros.
—¡SI SEÑOR! —respondieron todos con una sola voz.
Después de hacer todo lo que le habían dicho, la tropa de bandidos se empezaron a mover.
Tres filas iban caminando mientras que, Sorco y Holander, encabezaban las filas laterales, en cuanto a Marlock, iba en el medio un paso más adelante montado un caballo en buena forma de color negro.
—¡Quiero que todos se graben lo que diré en sus mentes desde el principio! —dijo Marlock en voz alta mientras seguía andando en su corcel y los demás seguían a pie—. ¡Una vez lleguemos al pueblo, arrasen todo lo que esté de frente con todo lo que tienen!
—¡SI SEÑOR! —confirmaron todos al mismo tiempo.
—Veo que le tienes mucho aprecio a ese pueblo, Marlock —comentó Sorco mientras sonreía de forma siniestra.
—¿Aprecio? Yo creo que Marlock tiene a ese pueblo en alta estima —agregó Holander mientras se reía.
—Dejen de hablar estupideces —le respondió Marlock con su voz arrogante—. ¿En dónde demonios está Klarer?
—Dijo que se uniría a nuestra fila dentro de poco —le contestó Holander a su líder.
—Ese hijo tuyo por más bueno que sea, tiene una personalidad peor que tú, Marlock —le dijo Sorco.
—¿Peor que yo? Ese niño aún no sabe lo que es ser malo y autoritario.
Justo cuando Marlock dejó de hablar, un joven montado en otro caballo se le unió a las tres cabecillas.
El joven tenía una mirada arrogante y testaruda, y su cuerpo era de alguien atlético solamente. Su color de piel era blanca y su cabello está un poco largo.
Ese joven era del que estaban hablando, Klarer, el único hijo de Marlock.
—Padre, lamento la demora. Estaba terminando de entrenar.
Marlock al ver la llegada de su hijo, y escuchar la escusa barata que le dió, solo le dió soltó un bufido, como si de un animal se tratase.
Después de caminar una hora más, por fin podían vislumbrar el pueblo.
—Tenía planeado una emboscada, pero eso no servirá de mucho. ¡Destruyan todo a su paso, y no dejen nada vivo! —ordenó Marlock.
Los bandidos corrieron con todo hacia el pueblo. Los guardias que estaban patrullando la zona se sorprendieron bastante al ver la gran cantidad de bandidos que se aproximaban.
Aunque, sin importar lo sorprendidos y el poco temor que sintieron al ver el repentino ataque, no se congelaron y rápidamente intentaron activar las bengalas. Lastimosamente, dos flechas habían penetrado en los cráneos de los dos guardias impidiendo realizar la advertencia.
El grupo de bandidos siguió adelante y empezaron a masacrar todo a su paso.
El ataque los tomó mucho más de sorpresa de lo que habían previsto. Ningún guardia estaba al tanto de semejante situación. Solamente uno logró percatarse del ataque solo porque iba de paso y escucho a unas pocas gentes en la entrada gritar.
En el momento que se asomó, vió como un gran número de bandidos estaban haciendo desastres en la entrada de su pueblo. Rápidamente se cubrió en un pequeño callejón nervioso y con sus manos temblorosas, apuntó su bengala al cielo y la disparó.
Justo en ese momento, los bandidos habían hecho explorar un edificio donde residían poco más de 6 personas.
El ver la bengala en el cielo y escuchar una fuerte explosión, todos en el pueblo se alertaron y entraron en pánico. Los guardias, por otro lado, sintieron nerviosismo y rápidamente corrieron al lugar donde se disparó la bengala, para observar como sucedía todo.
Un guardia no tardó en reaccionar y gritar lleno de furia.
—¡MIERDAA! ¡MALDITOS BASTATDOS!
Tal grito sacó de sus nerviosismo a los otros guardias y empezaron a correr hacia los bandidos.