A la mañana siguiente, el mundo entero despertó con un nuevo misterio.
Las redes sociales y los noticieros estaban inundados de videos y testimonios sobre la batalla de anoche. No eran simples rumores ni teorías de conspiración: la invasión era real, y los héroes también.
Las imágenes mostraban a cinco guerreros con trajes relucientes luchando contra las criaturas del caos. Eran ágiles, poderosos, capaces de hacer frente a enemigos que ni los ejércitos más avanzados habían logrado detener.
Sin embargo, la reacción del público estaba dividida.
Algunos los llamaban salvadores. Otros, una amenaza desconocida.
Los gobiernos de varias naciones exigían explicaciones, mientras que las teorías de conspiración explotaban en internet. ¿Eran humanos? ¿De dónde sacaron su poder? ¿Por qué aparecieron justo ahora?
Mientras el mundo debatía su existencia, en una base oculta bajo las ruinas de un antiguo observatorio, los cinco héroes analizaban la situación.
Este lugar no era producto de la casualidad. Fue el propio presidente quien se los había entregado.
—"Aquí estarán a salvo de miradas indeseadas" —les había dicho—. "Es un viejo observatorio subterráneo abandonado, pero con la tecnología adecuada, puede convertirse en su centro de operaciones. No puedo ofrecerles más sin levantar sospechas, pero aquí tendrán todo lo que necesiten para luchar por la humanidad."
Así fue como el equipo transformó aquel sitio olvidado en su base. Sistemas de comunicación, radares, entrenamiento… Era un refugio en la sombra, lejos del ojo público.
Kevin observaba las noticias en una pantalla gigante.
—No sé si esto es bueno o malo…
Ren, con los brazos cruzados, bufó.
—¿De verdad esperabas que la gente lo aceptara sin cuestionarlo? Nos ven como algo salido de un cómic.
Aya suspiró, sentada sobre una mesa.
—¿Y qué esperaban? Hasta ayer éramos gente normal.
Iris miró su deck de cartas sobre la mesa.
—Si la gente empieza a temernos, podría complicarse nuestra misión…
Dante, el más relajado del grupo, sonrió y apoyó los pies sobre una silla.
—Por lo menos estamos en boca de todos.
Kevin apagó la pantalla y se levantó.
—El presidente aceptó nuestra existencia… pero eso no significa que todos en el gobierno estén de acuerdo. Es cuestión de tiempo antes de que intenten controlarnos o eliminarnos.
Ren asintió.
—Y eso sin contar la verdadera amenaza: esas criaturas siguen ahí afuera.
Aya se inclinó hacia adelante.
—Entonces, ¿cuál es el plan?
Kevin miró a su equipo con determinación.
—Debemos seguir adelante. No importa si el mundo duda de nosotros… seguiremos protegiéndolo.
Un silencio se apoderó de la habitación. Luego, uno por uno, todos asintieron.
De pronto, las alarmas en la base comenzaron a sonar.
Iris corrió hacia la computadora.
—¡Tenemos un problema! Hay actividad anormal en el centro de la ciudad.
En la pantalla apareció una imagen aterradora: una criatura gigantesca emergiendo de una grieta en el cielo.
Dante se puso de pie de un salto.
—Parece que la fiesta aún no termina.
Kevin sacó su deck de cartas y lo sostuvo con firmeza.
—Entonces es hora de darle un espectáculo al mundo.
Los cinco héroes activaron sus dispositivos. El resplandor de la transformación iluminó la base y, en un destello de energía, desaparecieron.
El mundo había puesto su mirada en ellos. Ahora era momento de demostrar quiénes eran realmente.