Aparte de las tenciones por establecer la jerarquía de la casa a principios de año, Daphne no esperaba que ocurriera nada interesante. A pesar de su decepción con el programa de estudios, desempeñó su papel como se esperaba de la heredera Greengrass, y consiguió el primer lugar en casi todas las clases, excepto las que compartía con esa molesta chica Granger.
Pero su ilusión de tranquilidad terminó abruptamente el 31 de octubre cuando un troll, de todas las cosas, se infiltró en el castillo y causó una gran conmoción. Más tarde se enteró que el héroe residente del castillo al parecer se enfrentó a la bestia y de alguna manera logró salir vencedor.
Absurdo.
Pero quien era ella para juzgar al gran salvador del mundo mágico, ¿cierto?
Durante el año ocurrieron algunas cosas extrañas alrededor del "trío de oro" como los nombraron los rumores de Hogwarts, pero a Daphne no le interesaba lo que hicieran Potter y sus amigos. Tenía cosas más importantes que hacer con su tiempo, como investigar alguna manera de curar a su hermana, algo que resultó absolutamente frustrante durante sus primeros meses debido a lo inútiles que eran las clases de aula. Pero Daphne descubrió lo útil que podrían ser la biblioteca, algunas aulas abandonadas y un viejo laboratorio de alquimia en desuso después de un tiempo y desde entonces era común ver a su "sequito" en esos lugares estudiando o discutiendo juntos.
Aunque Daphne creía que su enfoque debía estar en encontrar una cura, sabía que era una sola persona y que había un límite a lo que podía lograr por su cuenta. Por eso también dedicaba suficiente tiempo a cultivar sus relaciones sociales, después de todo era una Slytherin.
Aparte de las rarezas alrededor del mal llamado trío de oro (incluido el robo descarado de la copa de las casas por parte del director al final del año) no ocurrió nada trascendente ese año. Eso también era cierto para su investigación, después de todo por muy inteligente que fuera o por muchos recursos que tuviera en comparación con otros niños, seguía siendo precisamente eso: una niña.
Sin embargo, no se desanimó por eso, sino que continuó con sus esfuerzos al volver a la mansión Greengrass. Lo primero que hizo al llegar a casa fue asegurarse de que nada le había ocurrido a Astoria en su ausencia y una vez estuvo segura de que estaba bien volvió a repasar la biblioteca familiar en busca de alguna pista. Leyó recetas de pociones, rituales y toda clase de métodos que aseguraban poder eliminar ese tipo de maldición, pero siempre había una nota al margen de su antepasado que ya lo había intentado y fracasado.
Aun así, no se rindió, estudió cada posible solución tratando de descubrir en que estaban fallando, pero todavía no lograba ningún avance. Aunque si bien no avanzó mucho en términos de su investigación, tuvo un gran progreso en su habilidad mágica ya que conocía la teoría mágica mucho mejor que cualquiera de su año lo que le daba una ventaja a la hora de las clases, además de que su investigación requería que conociera varios hechizos que incluso algunos estudiantes mayores no conocían. Pero nada de eso le importaba si no era capaz de curar a su hermana.
Cuando comenzó su segundo año, Astoria estaba con ella en el tren, y cuando fue seleccionada para la casa de Slytherin rápidamente, la tomó en su facción y se encargó de dejar perfectamente claro que no toleraría ningún pensamiento gracioso sobre su hermana. Si bien era poco frecuente que un estudiante mayor interviniera en los asuntos de los años inferiores, nadie se sorprendiera ya que en primer lugar eran hermanas y en segundo lugar Daphne tenía una reputación de prácticamente no interferencia, pero cuando actúa nadie es capaz de llevarle la contraria.
Ese año las locuras de Potter comenzaron a afectar a todo el castillo. El 31 de octubre, nuevamente, la conmoción llenó los pasillos del colegio cuando un mensaje sangriento apareció en una pared anunciando la apertura de la infame cámara de los secretos de Salazar Slytherin. Al principio pensó que se trataba de una mala broma y que, incluso si no lo fuera, no tenía nada que ver con eso, pero pronto se demostró que no era una broma cuando cuerpos petrificados empezaron a aparecer por el castillo. En ese momento muchos acusaron a Potter de ser el heredero de Slytherin debido a su capacidad para hablar parsel, pero Daphne no creía esas historias absurdas.
Aun así, no podía negar que debido a todo el asunto de la cámara de los secretos les fue a ella y a sus compañeros más difícil seguir sus rutinas de estudio e investigación. En ese momento, Daphne decidió contarles sobre su plan de descubrir la cura de las maldiciones de sangre, aunque no dijo el motivo, era obvio para ellos que alguien cercano a ella estaba enfermo y, teniendo en cuenta su vida, solo podía tratarse de una persona. Si a eso le sumaban los extraños desmayos que sufría Astoria de vez en cuando todo empezaba a tener sentido.
Aunque podrían haber usado esa debilidad para beneficiarse de Daphne, ninguno lo hizo ya que, a pesar de que al principio solo era por beneficios mutuos, era cierto que Daphne los había mantenido a salvo del mundo despiadado de la política de la casa. Además, todos habían conocido a Astoria por un par de meses y coincidían en que era imposible no adorar a la chica que siempre parecía estar sonriendo y que le encantaba hacer bromas a sus amigos. Había conservado gran parte de su inocencia infantil gracias a que Daphne se encargó de que no estuviera expuesta a los aspectos más feos del mundo demostrando lo importante que era para ella. Fue debido a la petición de Daphne que todos empezaron a estudiar sobre las maldiciones de sangre y los métodos que podrían romperlas, y durante ese tiempo una verdadera amistad surgió entre los cinco.
Mientras tanto, el castillo permaneció en suspenso durante la mayor parte del año hasta el punto que era casi seguro que Hogwarts sería cerrado por primera vez en su historia. Énfasis en casi.
Un día se anunció que el misterioso monstruo había sido derrotado y justo a tiempo las mandrágoras necesarias para crear la cura para la petrificación estaban listas para ser cosechadas. Curiosamente los dos miembros no petrificados del trío de oro habían sido ingresados a la enfermería a altas horas de la noche anterior, pero nadie fue capaz de decir el verdadero motivo por el que estaban allí.
La decisión de contarle a sus amigos sobre su verdadero objetivo demostró ser acertada durante el verano cuando recibió una carta de Blaise explicando que tal vez había encontrado algo, pero que al mismo tiempo estaba un poco inseguro ya que la información en sí parecía ser poco fiable. A Daphne no le importó eso, mientras hubiera una oportunidad, por mínima que fuera, de curar a su hermana la tomaría.
Se reunió con Blaise una tarde para discutir lo que había descubierto. Uno de los pocos aspectos buenos de su padre era que no permanecía mucho tiempo en la mansión y no le importaba si sus hijas traían invitados. Después de las cortesías básicas, Daphne instó al chico a contar lo que sabía, pero no esperaba lo que escucharía a continuación.
Según Blaise, una noche hablando con su madre de un tema completamente ajeno al colegio ella le dijo que hacía varios años, en Italia, había conocido a un extraño mago que se llamaba a sí mismo un hechicero y que usaba su magia de maneras extrañas. No necesitaba varitas y sus hechizos no se adherían a ninguna escuela mágica que pudiera reconocer, además de poseer varios objetos mágicos con efectos extraños. Lo que le llamó la atención a Blaise fue que según su madre ese hombre le contó muchas historias increíbles, entre ellas le dijo que existía un ritual capaz de cumplir cualquier deseo y el motivo de su estancia en Italia, al parecer, era conseguir un objeto necesario para dicho ritual, aunque no dijo nada más al respecto.
La madre de Blaise lo había tomado como un cuento y, por supuesto, lo ignoró dejando que la historia se convirtiera en eso, una historia, pero Blaise creía que tal vez había algo más detrás de todo aquello. Daphne, después de escuchar a su amigo, también pensaba que había encontrado algo útil. La mención de la forma en que usaba la magia sin necesidad de una varita, si lo que dijo la madre de Blaise era cierto, y el título con el que se describió a sí mismo implicaban que no se trataba de un mago común.
Daphne no dudaba que existieran personas capaces de usar magia de forma diferente a como ella estaba acostumbrada. Después de estudiar tantos libros diferentes de la biblioteca se dio cuenta de algo que, en retrospectiva, parecía obvio, pero que no había comprendido hasta entonces: la magia depende de la comprensión del mago.
Daphne estaba limitada a usar su varita porque todo lo que sabía de la magia dictaba que tal objeto era necesario, pero tal vez los hechiceros pudieran hacer cosas que a los magos les es imposible porque su forma de ver e interactuar con la magia era diferente. Si la magia no estaba limitada a la forma en que es usada dentro del mundo mágico y realmente existía alguna diferencia entre magos y hechiceros, entonces ella no veía por qué no era posible que existiera un ritual capaz de conceder deseos.
Por ahora, su único curso de acción disponible era continuar con su investigación y dedicar un poco de tiempo a descubrir más sobre los hechiceros. Daphne le pidió a Blaise que fuera él quien investigara sobre ese asunto ya que, por mínima que fuera, tenía más acceso a información que podría ayudarlos debido a su madre, mientras tanto ella estaría centrada en magia ritual y el resto de sus amigos continuarían con sus temas de investigación anteriores.
La magia ritual había sido prohibida por el Wizengamot durante el apogeo del señor tenebroso ya que, graciosamente, era algo en lo que los dos bandos estaban de acuerdo. Por un lado, el señor oscuro no quería que otros se empoderaran de la misma manera que él lo había hecho y por el otro, los magos luminosos consideraban que prácticamente cualquier ritual era "oscuro" lo que era suficiente para prohibirlo.
Sin embargo, no todos acatarían una orden como esa.
Para las antiguas familias mágicas con historias que abarcan siglos, los decretos del Wizengamot no son necesariamente obligatorios, por lo que la mayoría de estas familias conservó en secreto todo lo que tenía que ver con cualquier magia prohibida, después de todo el conocimiento es poder. Greengrass era una de las familias que aún conservaba una gran cantidad de lIbros referente a la magia ritual, ya que sus antepasados habían estudiado arduamente el arte de los rituales tratando de encontrar una cura para la maldición. Si bien no se consideraba más inteligente que sus antepasados, creía que tal vez una nueva perspectiva ayudaría a ver algo que se había pasado por alto.
(***)
Sabes que tu vida esta jodida cuando estar rodeado de espectros chupa-almas todos los días mientras asistes al colegio se considera algo normal. Eso precisamente le ocurrió a Daphne en su tercer año y el que para ella fue el peor en su vida escolar hasta el momento.
El escape de Sirius Black, la presencia de los dementores, Gerard empezando a traer prostitutas a la mansión y Theodore Nott "cortejándola" fueron las primeras señales de que ese no iba a ser un año divertido, y por desgracia tuvo razón. Pero aun así su enfoque no cambió.
Black, los dementores y Potter (a quién se supone que está persiguiendo Black) no tenían nada que ver con ella y bien podrían irse a morir en el lago negro por lo que a Daphne le importaba. Gerard no la preocupaba, si se volvía problemático ella podría matarlo y eliminar el problema; el único motivo por el que no lo había hecho es que aún no tenía edad suficiente para heredar el señorío de la familia Greengrass y por lo tanto si su padre muriera Astoria y ella quedarían al cuidado de otra familia mágica y sabiendo a quienes frecuentaba su padre esa era una situación que no deseaba para nada.
Alternativamente tenía la opción de matar a Gerard y abandonar el mundo mágico junto a Astoria hasta que sea lo suficientemente mayor para reclamar el título de Lady Greengraas, pero eso trae sus propios problemas. Por un lado, perdería el acceso a toda la información, recursos y conexiones de la familia Greengrass lo que retrasaría en gran medida su misión de encontrar una cura para su hermana, pero aún si estuviera dispuesta a esperar un tiempo para recuperar esos recursos (que no lo estaba) cuando regresara al mundo mágico su legado familiar ya no le pertenecería, después de todo las familias mágicas probablemente se apoderarían de todo de una forma u otra. Por ahora se concentraría en su objetivo principal y se encargaría de Gerard cuando llegara el momento.
Había pensado que Theodore Nott se rendiría con sus esfuerzos después de dejarle claro que no estaba interesada de una forma muy física, pero no esperaba que no solo no se rindiera sino que llevara el asunto a su padre quien inició las conversaciones de matrimonio con Gerard aumentado la presión que Daphne ya estaba sintiendo, pero incluso así no se rindió.
Durante su tercer año estudió y practicó toda la magia que le pareció que podría ayudarla y estuvo muy feliz cuando las materias optativas que eligió, runas antiguas y aritmancia, le eran extremadamente útil para entender y modificar la magia ritual. Su control mágico era el mejor en su grupo de edad, la cantidad de hechizos que dominaba era amplia y su conocimiento teórico, se atrevía a afirmar, estaba incluso más allá de los estudiantes de 6to año en Hogwarts e incluso algunos de séptimo, por lo que incluso si no le importaba destacar terminaba llamando la atención. Su gran desempeño en todas las materias (particularmente Aritmancia y DCAO), su reputación de estudiar no solo el contenido obligatorio y la forma en que, sin importar lo que ocurriera en Hogwarts siempre parecía estar centrada en sus propios proyectos la pusieron en la mira de un par de centelleantes ojos azules.
No fue hasta el final del tercer año, más o menos al mismo tiempo que el supuesto salvador se estaba enfrentando a un hombre lobo (en serio que mierda pasaba en Hogwarts) que Blaise finalmente pudo conseguir algo de información útil sobre la existencia de los hechiceros.
Blaise le explicó que al investigar en sus registros familiares antiguos descubrió que uno de sus antepasados había sido engañado por una familia "muggle" unos trecientos años atrás para que vendiera un terreno perteneciente a la familia que varios años más tarde se descubrió que era una línea ley pequeña pero útil para cualquier mago capaz. La familia Zabini trató de recuperar sus tierras, pero se encontraron con una mansión mágicamente protegida por salvaguardas muy complejas y una familia que se negaba rotundamente incluso a reconocer que la tierra alguna vez les había pertenecido.
La disputa entre ambas familias continuó durante un par de años, pero al final los Zabini dejaron el tema de lado ya que su propia casa familiar estaba situada en una línea ley mucho más poderosa. Era una situación humillante dentro de la historia familiar de Blaise por lo que no se habla de eso, incluso es poco probable que algún miembro actual de la familia conozca la historia ya que el mismo Blaise solo lo descubrió por casualidad mientras estudiaba en la biblioteca de su familia.
Ahora bien, lo que a Blaise le interesó fue el hecho de que una familia aparentemente muggle se interesara en comprar precisamente el terreno que luego se convertiría en un punto mágico y que, cuando su propia familia decidió recuperar la tierra, había salvaguardas y protecciones capaces de mantener fuera incluso a una familia de magos como los Zabini. Daphne que escuchó aquello pensó que finalmente tenían una pista y no estaba dispuesta a dejar pasar la oportunidad por lo que al volver a su casa en Cardiff durante el verano no se demoró y, junto a su hermana, partió con rumbo a Stresa, Italia.
Convencer a su padre no fue muy complicado, solo tenía que decir que la familia Zabini las había invitado a pasar un par de semanas en su casa familiar para fortalecer las relaciones entre ambas casas. A Gerard no le importaba realmente lo que hicieran sus hijas mientras pudiera usarlas para obtener beneficios, por eso no dijo nada, sino que comenzó a pensar que cosas podría obtener si vendiera a una de las chicas a la familia italiana.
Cuando llegaron a la mansión Zabini fueron recibidos por Blaise y su madre, Amallia Zabini, quienes les dieron un recorrido por el lugar. Los primeros dos días de su estancia los dedicaron a convivir con sus anfitriones y deambular por la ciudad y la mansión. Durante sus paseos Blaise también les mostró la casa que, si estaban en lo cierto, pertenecía a una familia de hechiceros y que era su verdadero objetivo para viajar hasta Italia.
Un par de días después Tracy y Millicent también llegaron a la mansión y con eso sus preparaciones para comenzar su verdadera misión empezaron. A pesar de su juventud ninguno de ellos se consideraba inexperto o menos capaz que los magos adultos promedio por lo que, aunque alguien como un auror experimentado estaba fuera de discusión, no tenían miedo de enfrentarse a otros magos. Incluso contra un auror, siempre que trabajaran juntos y fueran capaces de utilizar todos los trucos que tenían, la victoria no sería del todo imposible.
*0*
Wenaaaassss
¿Qué tal el capítulo? tal vez piensen que es demasiada información sobre Daphne, pero el contexto del mundo es importante para entender, más o menos, las revelaciones que se darán un poco más adelante. El próximo capítulo marcará una revelación importante y con eso el "ritmo rápido" con el que comenzó este volumen volverá a la forma de escritura más pausada y detallada.
Si les gusta la historia dejen una reseña y una piedra de poder.
Dejen sus opiniones en los comentarios.
Nos vemos!!!!
*0*