La magia ritual era una de las escuelas mágicas más complejas que habían existido debido a la gran variedad de rituales que se habían creado a lo largo de los años. Desde rituales que aprovechaban la energía mágica de un lugar, una reliquia, una planta o una fecha con significado mágico detrás como Samhain; hasta los rituales que requerían las partes de bestias mágicas y sacrificios oscuros para funcionar. De entre todos los rituales, aquellos que requerían sacrificios eran los que tenían los efectos más poderosos, pero también eran considerados tabú por cualquier mago decente.
Daphne Greengrass era la heredera de la más antigua y noble casa Greengrass y como tal sería un escándalo si se descubriera que tenía algo que ver con ese tipo de rituales, por suerte para ella las personas que la verían haciendo semejante cosa no tenían idea de cómo denunciarlo ante las autoridades mágicas y aunque lo supieran no tendrían oportunidad de denunciarlo.
Porque sí, el ritual que Daphne había creado requería de sacrificios y la familia Amato se había ofrecido voluntaria para cumplir con el papel, incluso si aún no lo sabían.
Esto no era por el simple deseo de vengarse de los Amato, Daphne quería asegurarse de tener éxito por lo tanto diseño un ritual que garantizaba el mayor efecto y para eso era necesario sacrificar vidas, pero eso estaba bien para ella mientras la ayudara a encontrar una cura para su hermana.
En cuanto a cómo lograrían que los Amato cumplieran con sus papeles en aquella obra, ya habían diseñado un plan para eso.
Leonardo Amato los había invitado a una cena en su mansión con el pretexto de celebrar su reencuentro y la nueva ronda de negociaciones que se esperaba. Ese sería el momento en que comenzaría su plan para atraparlos a ambos, pero el buen Leo no estaba contento con solo eso por lo que había comenzado a hacer sus movimientos algún tiempo antes de incluso enviar la invitación.
(***)
Leonardo era un hombre ambicioso que quería todo para sí mismo. A sus 23 años había demostrado ser un poco mejor en la hechicería de su familia de lo que había sido su padre, pero no era suficiente, después de todo, si bien era más talentoso que su padre, no era tan diligente como él.
No podía ser llamado un genio, aunque definitivamente estaba más allá del promedio, pero su actitud despreocupada hacia algunos factores fundamentales de la hechicería y su costumbre de centrarse solo en cosas que, creía, le convenían más hacían que, en el gran esquema de las cosas, no tuviera un futuro glorioso a la vista y eso era algo inaceptable para su mente.
La familia Amato tenía suficiente historia y misterio acumulado detrás para que fuera considerada una familia de hechiceros en toda regla con casi 400 años desde que fue fundada, pero en comparación con algunas familias prominentes de la asociación de magos bien podrían ser advenedizos que acaban de iniciar en los misterios ya que, a pesar del tiempo transcurrido, no tenían un logro destacable en su haber.
Por eso, los Amato siempre se han mantenido relativamente aislados de otros hechiceros no queriendo quedar atrapados en las guerras de poder que eran comunes en la torre del reloj, al menos hasta que consideraran que la familia era lo suficientemente fuerte para sobrevivir a ese lugar. Por desgracia, después de 4 generaciones, la familia no había podido producir algún resultado que le garantizara un lugar destacado dentro de la asociación de magos, lo que los obligaba a mantener su forma de vida aislada.
Cornelio Amato era el patriarca de 5ta generación de la familia y aún en su tiempo nada pareció cambiar, hasta que recibió una carta de dos herederos de familias que no conocía. Claro, los Amato se mantenían relativamente aislados, pero todavía tenían suficiente contacto con algunas familias que permanecían muy vigentes dentro de la asociación por lo que cuando no pudo descubrir nada sobre las familias Greengrass y Zabini asumió que se trataba de familias advenedizas que empezaban a arañar los secretos de la hechicería. Los Zabini eran una familia vieja en Italia, pero al no pertenecer al mundo de la hechicería eso no significaba nada y en cuanto a Greengrass, ni siquiera reconocía ese apellido así que no debían ser importantes.
Le dio a su hijo leonardo la tarea de tomar todos los beneficios posibles y, si era posible, descubrir los misterios de ambas familias. Pero cuando Leonardo se dio cuenta de que estos dos eran mucho más valiosos como conejillos de indias decidió salirse un poco de los planes de su padre.
Sí, la familia Amato usaría esta oportunidad para aprender los misterios y saquear las riquezas de las familias Greengrass y Zabini y luego usarían las recompensas para obtener un lugar destacado dentro de la asociación de magos, pero no sería Cornelio Amato quien estuviera al frente de su familia en ese momento sino el patriarca de 6ta generación, su hijo, Leonardo.
Como preparación para que todo saliera bien Leonardo se había preparado con bastante antelación: un mes antes de que comenzaran las vacaciones de verano tomó el control total de su familia. Para lograrlo era necesario heredar el emblema mágico por parte de su padre, pero era obvio que el hombre no le daría la llave de su poder así nada más, por eso fue necesario debilitarlo lo suficiente para poder tomar el emblema por la fuerza.
Por supuesto, Cornelio era un hechicero experimentado con más de 40 años de estudio, si bien no era "talentoso" su dedicación lo había convertido en alguien a quien Leonardo no podía atacar, sin mencionar que el hombre poseía el emblema mágico de su familia con todos los hechizos desarrollados por las cuatro generaciones anteriores, en esas circunstancias atacarlo de frente sería una completa locura.
Por suerte para Leonardo, su padre era el tipo de persona que consideraba a la familia como lo más importante después de la búsqueda del conocimiento mágico, y pensaba que todos en la casa eran iguales. Cornelio podía ser un demonio absoluto contra cualquier extraño, pero en su mente ni siquiera era posible concebir la idea de dañar a algún miembro de su familia y pensó ingenuamente que ese era el caso para cualquier otra persona lo que lo condujo directamente a un fin trágico.
La familia Amato se especializaba en la transmutación de materia y Cornelio era un maestro en esa área, pero no dedicaba mucho tiempo a investigar otros misterios ya que quería alcanzar la cima en su campo; Leonardo, por el contrario, encontró fascinante un concepto que su abuelo había comenzado a estudiar pero que abandonó: transmutación de propiedades.
Se trataba de una hechicería más conceptual, por llamarlo de algún modo, y por lo tanto más difícil. Aunque sus logros en esa área no eran fenomenales, logró desarrollar su propio hechizo personal pensado precisamente para ayudarlo a obtener el control de la familia y aunque lo usaría un poco antes de lo que había planeado originalmente, no le molestaba.
El hechizo era simple, cambiar las propiedades de los alimentos de nutritivos a venenosos, y funcionó de maravilla. Sin que su padre se diera cuenta transformó todas sus bebidas en veneno de acción lenta. No es que no quisiera matar a su padre, sino que aunque su hechizo era funcional, no era capaz de crear algo muy potente. Por eso fue necesario suministrar varias dosis antes de que surtiera efecto, por suerte Cornelio tenía la costumbre de cenar con una copa de vino todas las noches y después de cuatro días de recibir el veneno el patriarca de la familia Amato entró en coma.
Ese fue el momento que Leonardo usó para atacar.
Su madre no era hechicera y su hermana tenía cinco años, por lo que no representaban ningún problema para él y fueron capturadas con facilidad. Como próximo patriarca debía asegurar el futuro de la familia y para eso su hermana podría ser una herramienta útil en el futuro, por lo que simplemente la encerraría en su habitación por ahora; en cuanto a su madre, ella fue la moneda de cambio que usaría para salirse con la suya cuando su plan tuviera éxito.
Se había puesto en contacto con algunas personas para conseguir un medio de escape de este país sin alertar a nadie ya que sabía que una vez que secuestrara a Zabini y Greengrass no podía quedarse en Italia, a cambio de obtener lo que quería su madre sería entregada a estas personas. Ya fuera que la vendieran a un prostíbulo o la usaran para experimentar no era asunto de Leonardo. Mientras tuviera una forma de huir de Italia todo lo demás no era su problema.
Los empleados de la mansión tampoco eran ningún problema, ya que tampoco eran magos y fueron víctimas de hechicería hipnótica bastante fuerte para los estándares modernos (según los hechiceros) y aún si descubrían algo podrían ser silenciados muy fácilmente.
Finalmente, todos sus preparativos se llevaron a cabo y logró realizar el trasplante del emblema mágico de su familia exitosamente, pero Cornelio, que ya estaba al borde de la muerte por el veneno, no sobrevivió y de esa manera en la familia Amato solo quedaban dos miembros oficialmente.
Cuando el verano llegó el nuevo jefe de la Familia, Amato estaba emocionado, ya que finalmente obtendría la clave para conseguir los secretos detrás del misterio de no solo una, sino dos familias. Cuando recibió una carta notificándole que tanto Blaise como Daphne habían vuelto a la ciudad y que deseaban reunirse con él, no dudó en invitarlos a su mansión bajo la excusa de una cena de celebración y no pudo evitar estallar en carcajadas cuando confirmaron su asistencia. Si alguien lo hubiera visto seguramente estaría preocupado por el futuro de una familia de hechiceros con un linaje de casi cuatro siglos, afortunadamente en esa habitación no había nadie excepto él.
Decidido a conseguir lo que quería se dispuso a preparar todo para el momento en que sus víctimas llegaran a su puerta. Todavía no había asimilado bien el emblema mágico, pero era lo suficientemente capaz para manejar a esos dos mocosos.
A las 8 de la noche en punto llegaron Daphne y Blaise vestidos como se esperaría de dos jóvenes de familias distinguidas. Leonardo se burló internamente considerándolos idiotas presuntuosos cuyas familias ni siquiera eran reconocidas por la asociación de magos. Claro, tenían acceso a recursos interesantes, pero nunca los vio practicar ninguna hechicería e incluso parecían desconocer los conceptos básicos que dejó caer durante sus conversaciones para probarlos.
Para Leonardo no eran diferentes a un par de niños que creían conocer el mundo pero que ni siquiera habían estudiado la hechicería con seriedad. A pesar de sus pensamientos, Leonardo los invitó a entrar en su casa, pero apenas la puerta se cerró todo empezó a ir mal.
- [Imperio] – la voz de Daphne provino desde atrás mientras él los guiaba hacia el comedor, donde pretendía drogarlos para neutralizarlos sin contratiempos. – Eso fue fácil, quizás demasiado.
Leonardo perdió la capacidad de pensar con claridad desde que el hechizo fue entonado, en ese momento su mente estaba en calma, incapaz de pensar en cualquier cosa problemática, solo existiendo. Daphne se paró frente a él y lo escrutó durante un par de minutos antes de fruncir el ceño.
- Algo es diferente – habló la chica. – Cuando intenté ingresar a su mente tenía defensas reales esta vez. No lo suficientemente poderosas para mantenerme afuera, pero necesitaría al menos un par de minutos para lograr entrar, ese tipo de avance es muy raro, especialmente en algo como las barreras mentales. La oclumancia no es algo que se aprenda fácilmente...
Tal vez fue una coincidencia, pero cuando las palabras "ingresar a su mente" y "defensas reales" una pequeña incomodidad se infiltró en el placentero estado mental de Leonardo, fue minúsculo, y en la mayoría de los magos no sería suficiente para romper uno de los maleficios imperdonables. Pero Leonardo no era un mago, era un hechicero, y una de las primeras cosas que aprendió fue a reconocer cuando su mente estaba siendo interferida y como recuperar el control.
Puede que no sepa crear "defensas mentales" de la forma en la que los magos podían hacerlo con la oclumancia y no tenía idea de cómo cayó en algo como eso, pero una vez que se dio cuenta de que estaba bajo efectos de control mental había programado su propio cerebro para "reiniciarse" a un estado anterior al cambio.
- [Transmutare] – antes de que cualquiera de los dos se diera cuenta Leonardo entonó una simple palabra en latín que contenía la intención de desatar su hechicería.
De repente, el piso alrededor de Leonardo tembló antes de que dos grandes espinas de piedra surgieran desde abajo disparadas en dirección a la pareja de magos con la intención de empalarlos. Blaise, que había sentido la perturbación mágica cuando Leonardo entonó su encantamiento y tenía la velocidad de reacción más rápida entre los dos ya había invocado su varita desde la funda oculta en su manga derecha y la apuntaba contra los proyectiles.
- [Expulso dúo] – un rayo de luz azul salió de la punta de la varita y se bifurco en dirección a las dos espinas de piedra que casi los habían alcanzado, pero que al ser golpeadas fueron enviadas a volar.
- [Incarcerous] – ni un segundo después la varita de Daphne también expulsó un rayo de luz que se transformó en una gruesa cuerda que inmovilizó al hombre. Pero debido a que usaron el sentido común de los magos bajaron la guardia demasiado rápido.
En el mundo mágico alguien en la situación de leonardo había sido completamente derrotado al no poder mover su varita, incluso si conociera la magia sin varita era bien sabido que aún se necesitan movimientos manuales, por lo tanto, no había forma de que un hombre atado de esa manera siguiera luchando. El problema es que Leonardo no era un mago y ellos no estaban en el mundo mágico.
- [Mutatio venationem confirmat] – Leonardo volvió a hablar y esta vez fueron las cuerdas que lo ataban las que se movieron y se transformaron en tres cadenas negras que inmediatamente persiguieron a sus presas como si fueran serpientes.
Ahora bien, ser capaz de lograr tal cosa era algo impresionante de lo que tal vez Cornelio habría sido capaz, pero Leonardo no tenía ni el talento ni la experiencia para tal cosa. Entonces, ¿cómo fue que pudo realizar una transmutación material tan compleja? La respuesta estaba en el extraño símbolo que brillaba desde su hombro izquierdo, el emblema mágico de la familia Amato. La cristalización de los conocimientos y el misterio de 5 generaciones de la familia contenía los hechizos usados por todos los patriarcas anteriores y ahora Leonardo era capaz de usarlos.
Pero como todavía no estaba recuperado del trasplante, su fuerza no era estable y su cuerpo estaba sufriendo, en ese estado no fue capaz de notar lo que estaba ocurriendo a su alrededor solo pensando en atrapar a los mocosos insolentes. Tal vez si hubiera prestado más atención a su entorno, no estaría tan sorprendido cuando escuchó una nueva voz y no habría perdido la concentración anulando su ya escaso control y desactivando su hechizo.
- [Involvere linguam] – una voz femenina vino desde un punto ciego a su espalda.
- [Petrificus totalus] – Blaise también se unió para contenerlo.
- [Incarcerous] – Daphne volvió a conjurar cuerdas para atrapar al hombre y esta vez eran varias veces más resistentes.
– Mierda, eso estuvo cerca Bajamos la guardia y nos pudo costar caro – Blaise tenía un rostro serio.
- Je, se confiaron porque pensaron que se trataba de un mago como nosotros, menos mal que el plan siempre fue que yo me mantuviera oculta.
Ahora Leonardo fue capaz de ver a la última persona en la habitación: una chica de más o menos la edad de los otros dos con un gran parecido a Daphne, aunque con un cuerpo más delgado, cabello negro y ojos grises. La chica caminaba tranquilamente hacia sus compañeros llevando un manto en una mano y otro de esos extraños códigos místicos en forma de palos de madera que había visto usar a los dos durante el combate.
Leonardo, por supuesto, había intentado liberarse nuevamente, pero cada vez que intentaba pronunciar sus encantamientos para poder usar su hechicería le era imposible no tartamudear. Fue algo inesperado y profundamente humillante para él y no estaba dispuesto a tolerarlo. Por desgracia su vida ya no le pertenecía.
- No sabemos cuándo llegará alguien más así que me daré prisa. Blaise te quedarás conmigo para protegerme en caso de ser necesario, Astoria ve a llamar a las chicas para que nos ayuden con las preparaciones. – Daphne habló con tono autoritario y procedió a apuntar su varita hacia Leonardo. – [Legeremens].
Anteriormente, Daphne solo utilizaba su habilidad de legeremancia de forma pasiva para no alertar a Leonardo de sus actividades, pero llegados a ese punto las sutilezas bien podrían dejarse a un lado en nombre de la eficiencia. Daphne estaba un poco preocupada de que el patriarca de la familia o su esposa llegaran ya que al no haber interactuado con ellos no estaba segura de lo que los esperaba, por eso la manera más fácil de aprender sobre sus siguientes oponentes era extraer la información directamente desde la mente de la persona que mejor los conoce.
Ella no esperaba lo que descubrió, pero tampoco la molestaba particularmente. No tenía problemas con que Leonardo matara a su padre, ya que ella misma planeaba hacerlo; aunque como mujer le desagradaba pensar en el posible destino de la madre, sabía que esa mujer era plenamente consciente de la actitud y los planes de su esposo e hijo por lo que era tan culpable del intento de secuestro como ellos dos; Sólo la niña merecía su compasión, pero ya verían que hacer con ella después de cumplir su objetivo.
Si tuviera que señalar algo un poco molesto era que el número de sacrificios que podía usar en su ritual había caído de 3 a 1, pero eso tendría que ser suficiente. Poco después, Tracy y Millicent llegaron a la casa, y luego de darle una mirada al paralizado y atado, Leonardo se fueron con Daphne a preparar el lugar en el que el ritual se llevaría a cabo.
Leonardo no podía creer como se había convertido en un rehén en su propia casa, eso no debería ser posible ¿acaso no estaban funcionando los campos delimitados de su hogar? La respuesta era sí, estaban funcionando, pero no eran tan perfectos como Leonardo creía.
El campo delimitado que protegía la mansión era básico, pero extremadamente poderoso ya que estaba creado con la idea de mantener la separación entre adentro y afuera, es decir que nada del exterior podría entrar o afectar el interior. Claro que bajo suficiente presión era, teóricamente posible, destruirlo, pero para llegar a ese punto tendría que estar bajo constante ataque o ser alcanzado por alguna hechicería como mínimo de rango ciudad lo que era muy poco probable, entonces ¿cómo entraron más personas? Simple, aunque el campo delimitado mantiene la separación entre afuera y adentro existe un "nexo" que conecta ambos extremos, la puerta.
Mientras una persona entre por la entrada principal no tendría problemas para sortear el poder del campo delimitado; obviamente forzar la entrada resultaría en un contrataque, pero cuando alguien del interior le abre la puerta a alguien del exterior era como si lo estuviera invitando a entrar.
A diferencia de las salvaguardas basadas en intención que eran comunes en el mundo mágico, el campo delimitado de los Amato seguía una lógica simple: si está afuera no debe entrar a menos que se le permita el acceso. De esa manera cuando Leonardo abrió la puerta para que Daphne y Blaise entraran también le dio permiso, de forma inconsciente, a Astoria que los estaba siguiendo oculta bajo una capa de invisibilidad de Blaise y una vez que la confrontación terminó ella misma fue capaz de dejar entrar a las otras dos chicas. Aunque todo eso era algo que leonardo nunca llegaría a saber.
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Wenaaaassss
¿Qué tal el capítulo? No tenía pensado publicar otro capítulo hoy pero después del anterior me di cuenta que "Brujo Rúnico" ya tiene más de 100k palabras publicadas así que decidí dar un pequeño bonus como agradecimiento a quienes siguen la historia.
Si les gusta la historia dejen una reseña y una piedra de poder.
Dejen sus opiniones en los comentarios.
Nos vemos!!!!
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